INFLUENCIAS
El trabajo de Barbara Kruger es testimonio de las preocupaciones deconstructivistas, que tenia gran parte del arte feminista
de los años ochenta y noventa. Influenciada por escritores/as como Foucault, Baudrillard, Kristeva, Lacan y Derrida, busca
manipular y recontextualizar las imágenes, para cuestionar la forma en que el poder representa la identidad femenina.
En 1975 su obra artística empezó a ser diferente, adquiriendo cierto valor de abstracción, comenzó un periodo de experimentación,
que le llevo a replantearse su proceso creativo y lo que significaba “llamarse a sí misma artista”. En esa misma época, sus
trabajos se vieron influenciados por la obra de artistas como Squiers, Lynne Tillman, Rainer, Akerman o Mary Kelly.
Ya en la década de los 80, la obra de Kruger comenzó a ser más popular tras participar en Dokumenta VII, su obra comenzó a entrar
en la esfera comercial del arte. Esto hizo que la artista recibiera críticas, porque ella misma criticaba esa sociedad de consumo.
Ella siempre se ha defendido diciendo, que ser parte del mercado significaba ser parte del engranaje, por lo tanto resultaba ser
una estratagema más para difundir su mensaje. Dentro de este contexto y explorando las relaciones entre espacio y violencia,
su trabajo además de aparecer en museos y en galerías de todo el mundo, donde proclama sus discurso, ha estado presente en vallas
publicitarias, posters, parques públicos, estaciones de trenes y en otros lugares públicos.